Actividades como ex Presidente de la República

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Tras entregar la banda presidencial al nuevo Presidente de la República electo, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Patricio Aylwin continuó desarrollando una activa vida pública, transformándose en un referente ético de los temas relacionados con la justicia social y la democracia.

En 1994 creó la Corporación Justicia y Democracia, mediante la cual realizó una nutrida actividad. Dirigiendo esta instancia, fue encomendado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para presidir la Comisión Latinoamericana y el Caribe sobre Desarrollo Social. Mediante esta Comisión, enfocada al diálogo social de los pueblos, el ex Presidente tuvo un rol protagónico en la organización de la Cumbre Mundial para el Desarrollo Social, celebrada en Copenhague, Dinamarca, en 1995, instalando en un lugar destacado de las agendas de los países en vías de desarrollo los desafíos de superación de la pobreza y desarrollo social.

Con el objetivo de asistir a estos países en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en la Cumbre, posteriormente Aylwin fue nominado para formular el Proyecto Regional Diálogo de Política Social, encargado por el BID a la Corporación Justicia y Democracia. Su finalidad fue brindar apoyo a las naciones para que diseñaran y pusieran en práctica políticas sociales eficaces y con proyección en el tiempo. Bajo su dirección, el proyecto condujo a impulsar el diálogo social entre naciones, y a los países involucrados a pensar en conjunto políticas sociales de largo plazo que no fueran interrumpidas por los cambios de gobierno.  Nombrado como la “Iniciativa Aylwin”, el plan tuvo una ejecución de siete años, realizando múltiples actividades en pro de los objetivos de diálogo, acuerdos, consenso e intercambio de experiencias en política social.

En 2001 el Presidente Ricardo Lagos designó a Patricio Aylwin para presidir la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato con los Pueblos Indígenas. Conformada por expertos y destacados personajes procedentes de los pueblos originarios, durante dos años esta Comisión elaboró el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Deuda Histórica, donde el Estado de Chile reconoció las injusticias cometidas y propuso importantes medidas de reparación histórica. Entregado al Presidente Lagos el 28 de octubre de 2003 y publicado en un libro de varios volúmenes, el acucioso informe, en el que se analiza la realidad de cada uno de los pueblos indígenas, incluso la de aquellos extintos, expuso la relación histórica entre el Estado de Chile y los pueblos indígenas así como la investigación histórica de lo ocurrido con las tierras indígenas del sur de Chile. Junto con ello, el informe planteó las recomendaciones para una nueva política en torno a la materia y las medidas que debe asumir el Estado para mejorar sus condiciones de vida y el respeto y valoración de su identidad cultural.

Patricio Aylwin fue también miembro del Club de Madrid desde su fundación, organización creada en mayo de 2002 para tratar temas relacionados con la democracia, que agrupa a más de un centenar ex Jefes de Gobierno y Estado.  Asimismo integró el Comité Internacional por la Democracia en Cuba, convocado por el Presidente checo Vaclav Havel.

Entre 1994 y 2016, hasta poco antes de su deceso, el ex Presidente Patricio Aylwin mantuvo además una permanente actividad pública, asistiendo a eventos institucionales, participando en reuniones de su partido, e incluso presidiéndolo temporalmente entre julio de 2001 y enero de 2002. En ese momento anunció su despedida de la actividad pública, no obstante, asistió, siempre que su salud se lo permitió, a los actos y eventos a los que fue invitado hasta muy avanzada edad.

Ya retirado de la actividad pública, vestido impecable con corbata y terno, se trasladó cada día laboral a su oficina de la calle Arturo Medina, ubicada en una casa contigua a su domicilio, que fue adquirida por la familia en 1994 y que hoy es la sede de la Fundación Patricio Aylwin.

Una de sus principales actividades ahí consistía en recibir visitas de líderes políticos nacionales y extranjeros, sosteniendo largas conversaciones acerca de su partido, la Democracia Cristiana, el devenir del país y el acontecer mundial. Allí solía también reflexionar y anotar ideas, usando especialmente una pequeña libreta negra Rhein, costumbre que mantuvo toda la vida.

Entre las actividades realizadas allí, estuvo la redacción de un libro inédito, cuya escritura comenzó en 1974, sobre las responsabilidades políticas en los mil días del Gobierno de Salvador Allende, que contiene relevantes documentos y pasajes históricos. También escribió el libro publicado en 1998 “El Reencuentro de los demócratas” y varios capítulos de un libro inédito que recorre y analiza sus años como vocero de la Concertación de Partidos por la Democracia, candidato presidencial y Presidente de Chile.

Asimismo, cada dos jueves al mes, asistía a una reunión almuerzo con los llamados “cardenales”, camaradas de la DC de su generación, que se juntan desde los años 40 en uno de los comedores del Club de la Unión.

Sus rutinas privadas consistían en compartir la cotidianidad con su esposa, Leonor Oyarzún, con quien no dejó nunca de tomar té a las cinco de la tarde, o de acompañarla y ayudarla a “jardinear” y regar, especialmente durante los viajes de fin de semana a su casa de Algarrobo. Muy unidos siempre, no era raro que el matrimonio asistiera a un concierto o a ver una película en el cine más cercano del barrio.

En esta etapa, los Aylwin Oyarzún recibieron a diario en su hogar la visita de amigos, hijos, nietos y bisnietos, a quienes siempre don Patricio despidió acompañándolos hasta la puerta de calle de su casa.

Leer los periódicos, comprar libros en la Feria del Libro de la calle Isidora Goyenechea, cercana a la oficina Aylwin Abogados, salir a caminar o hacer compras domésticas en su barrio, trasladarse a hacer algunas visitas a la familia o amigos -siempre junto a su chofer Antonio Estay- y asistir rigurosamente a misa los días domingo en el colegio San Ignacio de la calle Pocuro, cercano a su casa, fueron actividades que llenaban sus días.

Su última actividad pública la realizó el 23 de octubre de 2015, asistiendo a una ceremonia en la que fue declarado Hijo Ilustre de la comuna Providencia por el municipio de esta comuna, donde residió desde 1956, hasta el día de su fallecimiento el 19 de abril de 2016.