El primer número de la revista
“Política y Espíritu”,
El 1 de julio de 1945, hace exactamente 75 años, comenzó a circular el primer número de la revista “Política y Espíritu”, principal medio de información y difusión del pensamiento humanista cristiano que tuvo la Falange Nacional y más tarde el Partido Demócrata Cristiano.
Sus inicios están ligados a un pequeño grupo de jóvenes que querían dar un testimonio de política cristiana. Su lema fue: “Mientras vivamos durmiendo sobre una pasajera tranquilidad estaremos olvidando un destino. Algo más: la responsabilidad de un destino. Debemos gritar nuestra angustia y salir al paso de nuestros males con una categórica, esencial y definitiva movilización de las conciencias.”
Publicada en forma periódica, el primer director de la revista fue Manuel Fernández Díaz. Lo sucedieron en el cargo Raúl Oliva Murillo, Andrés Santa Cruz y Jaime Castillo Velasco, quien estuvo hasta noviembre de 1975, cuando el régimen militar prohibió su edición, distribución, circulación y venta en el país y en el extranjero, acusando al medio de mantener una campaña antipatriótica, “publicando en forma reiterada artículos que distorsionan la realidad nacional, perjudicando la imagen de Chile en el exterior.”
En agosto de 1983 la revista comenzó a editarse nuevamente y entre 1998 y 2004 se publicaron números on-line.
La revista “Política y Espíritu” tuvo como preocupación fundamental la defensa del régimen democrático, el respeto a la dignidad del hombre y la honestidad en la política. Sus páginas incluían una sección sobre el acontecer mundial y nacional, artículos sobre diversos temas y la reproducción de documentos, como discursos, cartas y otros, que hoy son fuente primaria para la investigación histórica.
El archivo personal de Patricio Aylwin reúne parte de la colección de la revista “Política y Espíritu”. Consciente de su valor patrimonial, la Fundación Patricio Aylwin ha puesto a disposición de la comunidad de investigadores y del público en general los 236 ejemplares del periodo 1946-1975 que fueron conservados por Aylwin.