LA CASA QUE POR DÉCADAS FUE EL HOGAR DE LA FAMILIA AYLWIN OYARZÚN

linea

“Si le pudiera poner un nombre simbólico a esta casa, la llamaría ‘casa de puertas abiertas’.
Es una casa donde todos están invitados a pasar”.


Leonor Oyarzún, diciembre 2016

Escritorio – Dormitorio

La habitación más grande fue inicialmente para las “niñitas” Mariana e Isabel. Con el correr de los años, Miguel y José -los dos hermanos que las seguían en edad- se trasladaron al gran espacio de la buhardilla, donde compartían con Tito, hijo de Mercedes, la “mama” que disponía el diario vivir de la familia. Las hermanas se quedaron cada una en una pieza, mientas Francisco, el hijo menor de la familia, ocupó siempre una habitación más pequeña. 

Cuando don Patricio asumió la Presidencia de la República, el sillón y el escritorio de roble americano que usaba fueron trasladados del primer al segundo piso. 

Sobre el mueble escritorio, don Patricio fue poniendo diversos objetos y fotografías familiares, junto a una pequeña bandera chilena que en el centro lleva bordado el escudo de Chile, misma que tenía en su oficina del Palacio de La Monda.

Con el paso de los años esta habitación se fue transformando para don Patricio en un lugar de recogimiento, donde leía, escribía y escuchaba música. Rodeado de libros, álbumes de fotografías y una buena colección de música clásica, especialmente de Beethoven, pasaba su tiempo libre.