LA CASA QUE POR DÉCADAS FUE EL HOGAR DE LA FAMILIA AYLWIN OYARZÚN

linea

“Si le pudiera poner un nombre simbólico a esta casa, la llamaría ‘casa de puertas abiertas’.
Es una casa donde todos están invitados a pasar”.


Leonor Oyarzún, diciembre 2016

Living

El living es la principal habitación de la casa. Su forma es rectangular y tiene dos ambientes. Fue siempre un lugar de convivencia social y familiar; de conversación y reuniones con amigos y personalidades nacionales -como Eduardo Frei M. y el Cardenal Raúl Silva H.- e internacionales, como Helmut Kohl, George H. W. Bush, Gabriel García Márquez y el Dalái Lama.

El ambiente principal es un espacio que recibe la luz de la mañana a través de un gran bow window que da al jardín, generando un ambiente acogedor y cálido.

El mobiliario principal lo conforman una mesa de centro con forma octagonal, comprada a un pariente de la señora Leonor, un sillón, unas sillas y un gran sofá de cuatro cuerpos, tapizado en género con un motivo floral, que fue adquirido con el dinero de la venta de una vaquilla que les había regalado Domingo Contreras, un amigo de la familia.

Como en toda casa de estilo inglés, la chimenea tiene un lugar destacado. Dejó de usarse hace muchos años, oportunidad que doña Leonor aprovechó para poner ahí su colección de palomas de cerámica. Con los años, se sumaron las perdices, el gallo, las gallinas y los cabritos, todos comprados en diferentes lugares. Sobrevivientes de sucesivas generaciones de hijos, nietos y bisnietos, los animalitos solo ceden su espacio en Navidad, para recibir a la Virgen, San José y el niño Jesús.

Ubicado entre la chimenea y la puerta de ingreso al comedor, hay  un mueble de madera con cajones y compartimentos con puertas. En su interior, se conservan aún un antiguo tocadiscos y algunos licores. Sobre su cubierta se reúnen diversos objetos de cristal y platería, en su mayor parte traídos por mandatarios extranjeros al presidente Aylwin, además de un arreglo de flores que normalmente era hecho por la señora Leonor.

El pequeño ambiente que está al costado de la puerta de ingreso, junto a una ventana, es más íntimo.   Destaca un sofá canapé de dos cuerpos, que era parte de un juego de living que don Miguel y doña Laura, los padres de don Patricio, tenían en su casa de San Bernardo. Hay también dos sillas de madera de estilo victoriano y dos mesas ovaladas.

La decoración del living, como en general de toda la casa de los Aylwin Oyarzún, denota un carácter familiar, sin estilo definido, donde cada cuadro, objeto y adorno tiene una historia y un significado especial.

De los muros cuelgan obras de diferentes estilos, épocas y valor. En una esquina se aprecia un gran óleo de la Premio Nacional Gracia Barrios y al lado una pintura más pequeña, obra de Miguel, el tercer hijo del matrimonio. A un costado de la chimenea, una acuarela de Nemesio Antúnez, con volantines que se entrecruzan en un cielo azul y una dedicatoria que dice: «A Patricio Aylwin, consolidó la Democracia en Chile dic. 89.”, rememora la campaña del NO. El cuadro de una familia de campesinos comparte espacio con un ícono ruso adquirido durante un viaje a Moscú en los años 60. En otro muro cuelga una pintura quiteña que Juan Luis González le hizo llegar a don Patricio en agradecimiento por haberle dado refugio en su casa tras ser perseguido por la dictadura. Al lado se observa un óleo que muestra a una familia de pie, descalza, y cuyos rostros no tienen facciones, regalo personal de la pintora y tapicera chilena Maruja Pinedo.