El 3 de octubre de 2015, en una ceremonia realizada en la plaza Dinamarca, Patricio Aylwin fue declarado “Hijo Ilustre de la comuna de Providencia”

En la ocasión, le fue entregada una medalla con la siguiente inscripción: “Hijo Ilustre de la comuna a don Patricio Aylwin, Ex Presidente de la República, reconocido como figura pública internacionalmente, académico y político destacado por su obra”.

El matrimonio Aylwin Oyarzún llegó a vivir a la calle Arturo Medina, que en ese entonces pertenecía a la comuna de Ñuñoa, el año 1956. 

Se habían casado 8 años antes, a fines de 1948. Por un breve tiempo vivieron en San Bernardo, en la casa quinta de los padres de don Patricio. De ahí se mudaron a una casa en calle Eliecer Parada, donde nacieron sus hijos Mariana, Isabel, Miguel Patricio y José Antonio.

En esos años el sector era semi rural, había pocas casas y la locomoción solo llegaba hasta la calle Bilbao con Los Leones. 

Era usual que los niños jugaran afuera, en la calle, o que hicieran un corto paseo a ver cómo ordeñaban las vacas en un fundo cercano. Algunos años después sus propietarios lo lotearon destinándolo para uso habitacional. Enterado don Patricio, entusiasmó a su cuñado Hugo Trivelli, casado con la “Meche”, para que también adquiriera uno de los sitios que estaban en calle Arturo Medina.

El arquitecto de la casa fue Tomás Reyes, amigo y camarada de don Patricio. La diseñó de acuerdo a las sugerencias de doña Leonor. Se trasladaron en 1956, antes que estuviese terminada, ya que los ingresos no le permitían solventar al mismo tiempo los gastos de arriendo y construcción. Al poco tiempo, nació Francisco, el menor de los hijos Aylwin Oyarzún.

La familia creció, los hijos se casaron, llegaron los nietos y más tarde los bisnietos. En el jardín, año a año, floreció un magnolio, y las buganvilias fueron coloreando los muros de ladrillo de la casa.