Hitos del gobierno de Patricio Aylwin
“Sin justicia social cualquier democracia, por próspera que sea, vivirá bajo la permanente amenaza de que el natural descontento de los sectores postergados en demanda de equidad, se transforme en agitación que perturbe los procesos del desarrollo económico, y ponga en jaque la estabilidad del propio régimen político.”
(Extracto del discurso del presidente Patricio Aylwin en la Asamblea General de las Naciones Unidad, Nueva York, 28 de septiembre de 1990.)
Hace 30 años. El presidente Aylwin en la Asamblea General de Naciones Unidas. Chile se abre al mundo.
El gobierno encabezado por el presidente Patricio Aylwin imprimió un cambio sustantivo a la situación de Chile en el campo de las relaciones internacionales. El país volvió a ser parte del concierto de naciones, terminando con el aislamiento que se le había impuesto durante la dictadura.
En el Programa de Gobierno quedaron definidos los puntos esenciales de las relaciones internacionales: “la autodeterminación de los pueblos, la vigencia universal de los derechos humanos fundamentales, la no-intervención en asuntos internos, el respeto a los tratados, la solución jurídica y pacífica de las controversias, el pluralismo ideológico en las relaciones del estado, la primacía del derecho internacional, el no alineamiento a partir de los valores democráticos, la condena al terrorismo internacional y la oposición a toda forma de racismo, colonialismo e imperialismo.”
El Programa proponía la implementación de diversas líneas de acción, como la defensa de los derechos humanos en tanto valor universal; la integración económica y la concertación política latinoamericana; la universalización de las relaciones de cooperación internacional; una política económica internacional abierta, moderna y soberana; una proyección hacia el Pacífico y la Antártica; y el desarrollo de la presencia cultural de Chile en el mundo.
De acuerdo a esto, no era suficiente mantener solo contactos comerciales con distintos países, sino profundizar las relaciones y compartir experiencias a fin de establecer intercambios y alianzas que propiciaran una cooperación, preferentemente con el mundo latinoamericano, en un contexto histórico donde la mayor parte de los países revalorizaba la democracia y volvían a surgir los gobiernos democráticos.
El 11 de marzo de 1990, al asumir el presidente Aylwin, quedó de manifiesto que las relaciones internacionales de Chile comenzaban un nuevo ciclo. Fueron numerosas las autoridades y presidentes de naciones amigas que asistieron a las ceremonias de la transmisión del mando, entre ellos, Alan García, de Perú; Carlos Andrés Pérez, de Venezuela; Rodrigo Borja, de Ecuador; Daniel Ortega de Nicaragua; Oscar Arias de Costa Rica; Andrés Rodríguez de Paraguay; Mario Soares, de Portugal, Felipe González, de España; Giulio Andreotti, de Italia; Rafael Callejas, de Honduras, Carlos Menem, de Argentina; Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; el primer ministro de Bélgica, Wilfried Martens; y el vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle. Asimismo, asistieron representantes de países de África, Medio Oriente, Asia-Pacífico y Europa del Este.
Desde un comienzo, el nuevo gobierno democrático comprendió que las relaciones internacionales eran una política de Estado y por ello, siempre procuró incorporar en las giras a representantes de diversos sectores políticos, empresariales, sindicales y del mundo de la cultura.
Este hecho no solo sirvió para que el gobierno avanzara en las negociaciones de tratados de libre comercio y para que los propios empresarios establecieran contactos directos con los grupos económicos en cada país. También ayudó a mejorar las relaciones personales entre dirigentes empresariales, sindicales, trabajadores y políticos que por años habían estado distanciados.
Finalmente, es importante destacar que en cada una de estas giras, el presidente Aylwin tuvo especial interés en reunirse con las comunidades de exiliados chilenos y expresarles su solidaridad y compromiso de facilitarles su retorno a Chile.
Giras internacionales
El 14 de marzo de 1990, el presidente Aylwin realizó su primera gira internacional para asistir al cambio de mando en Brasil, ocasión en que Fernando Collor de Mello asumió la presidencia de la República. En la oportunidad, el mandatario compartió con autoridades internacionales, con medios de prensa y se reunió con la comunidad de chilenos residentes en este país.
“Creo que nuestros países tienen que encontrar instancias de consulta y de coordinación en el plano de la política internacional. Abrigamos la esperanza de ir encontrando fórmulas que permitan la integración de todos, en los distintos ámbitos del Continente, en relación a los problemas comunes.” (Declaraciones del presidente Patricio Aylwin en conferencia de prensa con medios de comunicación).
Conferencia de prensa del presidente Patricio Aylwin con medios de comunicación
Programa visita oficial del presidente Patricio Aylwin al cambio de mando presidencial en Brasil.
Encuentro del presidente Aylwin con chilenos residentes en Brasilia.
Entre el 25 y 27 de julio, el presidente Aylwin viajó nuevamente a Brasil. Durante la visita oficial, el mandatario se reunió con el presidente Fernando Collor de Mello y con el Pleno del Congreso Nacional, donde pronunció un importante discurso. Fue también recibido por el presidente del Supremo Tribunal Federal. Junto con ello, el presidente Aylwin fue invitado por la Universidad de Brasilia, donde dio una conferencia magistral ante la comunidad académica y estudiantil
Discurso del presidente Patricio Aylwin en el Congreso Nacional de Brasil
Clase magistral de Patricio Aylwin en la Universidad de Brasilia
Convencidos de la necesidad de fortalecer los tradicionales vínculos políticos, económicos, culturales, históricos, jurídicos y sociales que históricamente han unido a Chile y Brasil, y guiados por un común espíritu democrático y fraterno, el 26 de julio de 1990 los mandatarios emitieron una declaración conjunta sobre la situación internacional, regional y, en especial, sobre las posibilidades de estrechar lazos en todos los ámbitos del entendimiento bilateral.
Declaración conjunta de los presidentes Patricio Aylwin y Fernando Collor de Mello.
El 28 de julio, el presidente Aylwin se trasladó a Perú, para asistir al cambio de mando, en que asumió el presidente Alberto Fujimori. Resultaba importante la presencia del primer mandatario chileno a esta ceremonia, pues había muchas materias pendientes sobre la situación chileno-peruana en los ámbitos militar, diplomático y limítrofe.
Programa visita oficial del presidente Patricio Aylwin al cambio de mando presidencial en Perú.
Discurso del presidente Patricio Aylwin a colonia de chilenos residentes en Lima.
En su calidad de portavoz de las delegaciones asistentes a la ceremonia, el presidente Aylwin pronunció un discurso en que destacó la consolidación del proceso democrático que se estaba viviendo en toda América Latina.
“Liturgias democráticas como ésta tienen una especial significación, pues nos revelan que la democracia se va consolidando no solo como un sistema de organización política, como un mecanismo de renovación de las autoridades, sino también como una forma de convivencia que encuentra legitimidad en nuestros pueblos, pues hace posible el respeto a la dignidad de la persona y sus valores.
(…) No se trata que la democracia haya sido desconocida en su dimensión teórico – política, o haya estado ausente en las innumerables constituciones o cartas fundamentales otorgadas, plebiscitadas o simplemente impuestas a lo largo y lo ancho de Iberoamérica en estos dos siglos de vida independiente. Tampoco ha sido poca la sangre derramada en su defensa. Sin embargo, no ha habido una sólida percepción de los desafíos y renunciamientos que la vida democrática impone: la ética de un sistema en el que unas veces se gana y otras se pierde; la convicción de que el poder no es patrimonio adquirido, sino un instrumento para servir; la necesidad de respetar las opciones discrepantes, de rechazar la violencia como método y procurar siempre el bien común.
Todavía hoy la democracia se debate entre las inquietantes amenazas. Unas, incubadas entre los gérmenes totalitarios que aún perduran en la región; otras generadas en el hedonismo de culturas de la abundancia, donde la felicidad se busca –paradójicamente- por el camino angosto de la autogratificación y la droga.
Aunque avanzamos con paso decidido hacia una completa afirmación democrática –las dictaduras ya han dejado de ser una realidad continental en América Latina- la solidaridad de los gobiernos democráticos se convierte en el imperativo de la hora.”
En septiembre, el presidente Aylwin realizó una gira a Ecuador, Estados Unidos y México.
En Ecuador, el mandatario se reunió con su par el presidente Rodrigo Borja, con representantes de la Cámara de Comercio chilena-ecuatoriana, y con compatriotas residentes en el país.
En Estados Unidos, el presidente Aylwin realizó diversas actividades, incluyendo una entrevista con el presidente George H. W. Bush, en la Casa Blanca.
Sin duda una de las actividades más importantes desarrolladas por el mandatario en el marco de la gira, fue su participación en la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En su discurso, Aylwin afirmó que “la experiencia ha demostrado que sin democracia puede haber prosperidad económica por algún tiempo, pero esta no echa raíces permanentes, porque la falta de libertad favorece el abuso de los poderosos sobre los débiles, principalmente sobre los pobres; ahoga la iniciativa y participación de muchos, y crea un clima asfixiante de opresión y consiguiente rebeldía que hará imposible la estabilidad.
(…) La paz mundial está íntimamente vinculada al imperio de la libertad, al progreso económico social y a la elevación del nivel de vida en todos los pueblos de la tierra. Mientras haya pueblos sumidos en el hambre o la miseria, u otros que, sin tan dramáticas circunstancias, se estrellan con obstáculos insalvables en sus esfuerzos para crecer y superarse, la causa de la paz estará amenazada. (…) me atrevo a llamar la atención de los líderes más conscientes y responsables de las grandes naciones desarrolladas para que valoricen en toda su importancia las consecuencias que sus decisiones pueden tener en el afianzamiento o retroceso de la libertad, la justicia, el progreso y la paz en nuestro mundo.
(…) La situación social del mundo es, a nuestro juicio, el problema más apremiante a resolver, pues hace peligrar la estabilidad internacional. Se requiere de manera urgente dar contenido a una justicia social internacional, para impedir que las dificultades económicas en los países menos desarrollados se sigan trasladando al ámbito político, afectando los procesos de modernización económica y democratización política.
Discurso del presidente Patricio Aylwin ante la Organización de Naciones Unidas.
Tras su intervención en la Asamblea de Naciones Unidas, Aylwin se dirigió a la Universidad de Columbia, donde fue recibido por el Consejo Superior de la Universidad, estudiantes interesados en América Latina y asistentes al panel sobre la transición democrática en Chile, donde expusieron el exembajador en Chile, Harry Barnes, y los académicos Arturo Valenzuela y Giovanni Sartori. El presidente recibió el título «Presidential Citation», equivalente al doctorado «honoris causa”.
En su discurso de agradecimiento, el mandatario señaló:
“(…) La democracia para nosotros es más que una mera técnica de administración de la sociedad y sus conflictos. Es sinónimo de oportunidades de progreso material y espiritual, de una creciente mayor equidad en las relaciones económicas y sociales, de libertades cada vez más difundidas al conjunto de los ciudadanos. En suma, sinónimo de un marco político que favorece la vida buena.
Discurso del presidente Patricio Aylwin en universidad de Columbia.
Al finalizar el día, Aylwin se dio tiempo para reunirse con los chilenos residentes en Nueva York, a quienes llamó a colaborar en la construcción de una patria justa y buena para todos.
Discurso del presidente Patricio Aylwin ante colonia de chilenos residentes en Nueva York .
El 29 de septiembre, el presidente Aylwin participó en una mesa redonda con motivo de la Cumbre Mundial de la Infancia. Ante la prensa internacional reunida, afirmó:
“El niño maltratado de hoy es el ciudadano escéptico del mañana. Quien madura a golpes asume la filosofía de la fuerza como orden de la vida. Difícilmente la democracia podrá contar con él para buscar en el diálogo y la concertación la solución de los problemas sociales.”
Al día siguiente, Aylwin pronunció el discurso inaugural de la Cumbre Mundial de la Infancia, oportunidad en que destacó que, por encima de todas las iniciativas que se hagan en beneficio de los niños, “está el amor y el cuidado de sus padres y la estabilidad de la familia. El amor es el gran alimento, el único indispensable e insustituible. Nuestro amor por los niños, y la conciencia de la fragilidad de sus vidas, deben estar en nuestras mentes las 24 horas del día. Ese es nuestro compromiso permanente.”
Discurso del presidente Patricio Aylwin al inaugurar la Cumbre Mundial de la Infancia.
En el marco de la gira, el 2 de octubre el presidente Aylwin se entrevistó con el presidente George H. W. Bush, en la Casa Blanca.
Durante la reunión se abordaron diversos temas, como el embargo de frutas, las uvas envenenadas, el caso Letelier y la enmienda Kennedy, acordándose avanzar en las posibles soluciones.
Una de las principales actividades realizadas durante la gira fue la firma de un Acuerdo Marco, que estableció un mecanismo de consulta a través del consejo bilateral, para abordar los problemas que surgieran en el comercio, por ejemplo trabas arancelarias y no arancelarias, además de las inversiones. Esta fue la primera consecuencia de la Iniciativa de las Américas lanzada en junio de ese año por el presidente Bush.
Minuta del ministro de Hacienda Alejandro Foxley sobre la Iniciativa Bush para las Américas.
Esta gira incluyó la visita oficial a México, país con el cual se habían restaurado las relaciones en marzo de 1990.
El mandatario fue recibido por su colega mexicano, Carlos Salinas de Gortari. Durante los días que estuvo en ciudad de México, asistió al Congreso Nacional y al Colegio de México, y se reunió con la comunidad chilena residente en el país y con empresarios mexicanos.
Minuta visita del presidente Patricio Aylwin a México, 2 y 3 de octubre.
Discurso del presidente Aylwin ante comunidad chilena residente en México.
La última gira internacional que el presidente Aylwin realizó durante 1990, fue entre el 9 y 12 de octubre, ocasión en que asistió en visita oficial a Venezuela, tras una invitación del presidente Carlos Andrés Pérez. En la oportunidad, ambos mandatarios firmaron un Convenio de integración cultural entre la República de Chile y la República de Venezuela, comprometiéndose a consolidar las relaciones bilaterales.
Ante el Congreso de la República, Aylwin pronunció un discurso en que llamó a todos los pueblos de Latinoamérica a no “perder tiempo para estrechar los lazos entre nuestros países, y contribuir, con nuestra propia identidad, a cumplir con el legado que nos dejaron nuestros antepasados, construir la Patria grande por la que combatieron Simón Bolívar y Bernardo O’Higgins, lograr el imperio de la ley, como condición indispensable para la paz interna y externa que nos inculcó Andrés Bello, y consolidar una democracia eficiente, que asegure el desarrollo en libertad y con justicia social a que aspiran nuestros pueblos.”
Discurso del presidente Aylwin ante el Congreso de la República de Venezuela.
Además de estas giras internacionales, durante 1990 Chile fue visitado por los presidentes de Argentina, Colombia, Uruguay, la República Popular China y los Estados Unidos de Norteamérica, y por el Secretario General de Naciones Unidas. Todas estas visitas estuvieron enmarcadas en el anhelo del gobierno encabezado por Aylwin de integrar y hacer participar a Chile de manera activa y constructiva en la comunidad internacional.
“Tenemos la convicción de que estamos avanzando por la buena senda, sin que nos inspiren afanes protagónicos, sino tan sólo el anhelo de participar constructivamente en la comunidad internacional, guiados por el deseo de cooperar en pro del mejor entendimiento entre todas las naciones. Reitero, nuevamente, que en este ámbito, más que en ningún otro, el Gobierno aspira -y hace todo lo necesario en tal sentido- a que nuestra política exterior constituya una “política de Estado”, fruto de un gran consenso nacional, por encima de las 41 diferencias partidistas. Creemos, de este modo, servir con la mayor lealtad y eficacia los superiores intereses de Chile.” (Mensaje presidencial, 21 de mayo de 1991)
Mensaje del presidente Patricio Aylwin al Congreso Pleno, 21 de mayo 1991.