El 20 de agosto de 1942 Patricio Aylwin escribió una artículo titulado “O’Higgins”, publicado en el diario sanbernardino “La Idea”. En él, el joven egresado de Derecho de la Universidad de Chile, afirmaba:
“En el culto de sus héroes, de sus grande hombres, puede hallar toda la nación los estímulos más poderosos para perdurar y rejuvenecer… Hoy día (…) la figura de O’Higgins adquiere mejor que nunca los caracteres de una auténtica enseñanza. Su vida nos demuestra que el verdadero amor a la patria no es únicamente una virtud guerrera, sino más bien una abnegación sin límites, puesta siempre, en toda circunstancia, al servicio de los altos intereses colectivos de la Nación”.
Muchos años después, durante los cuatro años que gobernó Chile, el presidente Aylwin visitó cada 20 de agosto la ciudad de Chillán, donde nació O’Higgins. Allí rindió homenaje al hombre patriota, con vocación de servicio y espíritu público, generoso, idealista y consecuente, decidido a «vivir con honor o morir con gloria», y cuya mayor preocupación, como político y estadista, una vez concluida la fase militar de la emancipación, fue la búsqueda, por sobre todo, de la unidad nacional.