LA EXPERIENCIA POLÍTICA DE LA
UNIDAD POPULAR

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La experiencia política de la Unidad Popular / De las palabras a los hechos

Las elecciones parlamentarias de 1973

Las elecciones, sus resultados y su significado

El 28 de febrero el expresidente Eduardo Frei y candidato a senador por Santiago, pronunció un discurso en la concentración de cierre de la campaña del PDC, dando cuenta del dramatismo con que se estaba enfrentando la elección.

«Discurso del expresidente Frei al finalizar la campaña electoral», 1 de marzo de 1973

Discurso «El presidente del PDC, senador Renán Fuentealba, cierra la campaña», 1 de marzo de 1973

Al día siguiente, el Partido Nacional hizo su propia concentración, donde recordó cómo el marxismo había iniciado su acción encaminada a destruir el sistema democrático chileno.

La Unidad Popular también tuvo su acto final, que llamó el “Mitin de la Victoria”, cuyo único orador fue el diputado de la Izquierda Cristiana, Luis Maira. Allí afirmó: “nunca como hasta ahora, una elección parlamentaria había dado lugar a una confrontación tan clara entre los intereses que están en juego”.

A pesar de este convulsionado ambiente, el 4 de marzo hubo un proceso de gran normalidad en todo el país, como ha sido la tradición democrática chilena.

Los resultados finales oficiales estuvieron el 6 de marzo, aunque el 5 ya había claros indicios de cuáles serían las tendencias que se mantendrían hasta el final. La CODE obtuvo un 55,49% mientras que la UP alcanzó el 44,23%.

La configuración del Congreso cambió significativamente. La DC obtuvo tres diputados más, pero perdió un senador. No obstante, logró mantener la mayoría electoral y parlamentaria. Además, Eduardo Frei fue elegido con la primera mayoría nacional. El PN aumentó su representación al obtener un diputado y tres senadores más. Por su parte, el PS pasó de tener 14 a 28 diputados y tres senadores más, mientras que el PC aumentó en tres diputados y tres senadores.

El resultado de las elecciones parlamentarias de 1973 fue un empate que, lejos de definir el cuadro político, favorecía la polarización. Sin embargo, cada coalición y partido sacó sus propias conclusiones, a partir de una lectura intencionada de la votación, adjudicándose el triunfo.

«Declaración del PDC acerca de los resultados de la elección», 10 de marzo de 1973

Voto político «La Junta Nacional de la JDC, reunida el 24 de marzo de 1973, acuerda el siguiente voto político», 24 de marzo de 1973

Acta de sesión de la comisión política ampliada del PDC, 30 de marzo de 1973

 

La UP y la oposición definen sus estrategias

 

La reciente campaña acentuó las diferencias entre los partidos de la Unidad Popular. Tras las elecciones circuló un documento de carácter confidencial elaborado por el Partido Socialista Regional Cordillera -Santiago, en que se afirmaba la existencia de dos tendencias dentro del PS; las llamadas tendencias “revolucionaria” y “reformista”.

También por esos días, el MAPU – uno de los partidos fundadores de la Unidad Popular quedó escindido en dos fracciones. Una, liderada por Óscar Guillermo Garretón, se aproximó a los socialistas más extremos, al MIR y a la Izquierda Cristiana. La otra, adoptó el nombre de MAPU Obrero Campesino y, encabezada por Jaime Gazmuri, acusó a los otros de pretender levantar un poder alternativo al gobierno popular.

Intentando articular una única dirección, delegados de las comisiones políticas de los partidos Socialista y Comunista sostuvieron reuniones bilaterales los días previos a la realización de sus respectivos plenos, lo que permitió mostrar una imagen de unidad y diálogo, y controlar, al menos por un tiempo, la tendencia a formar un “polo revolucionario” dentro de la UP, integrado por el MIR, el ala revolucionaria del PS, la Izquierda Cristiana y el MAPU de Garretón, que buscaba construir nuevos mecanismos de participación y de ejercicio del poder popular alternativos al gobierno, para avanzar ininterrumpidamente hacia la sociedad socialista

El 29 de marzo se realizó el plenario del Partido Comunista. Su máximo líder, Luis Corvalán afirmó que la primera obligación de los comunistas era “sostener a todo trance el gobierno”; la segunda, que se debía hacer en forma simultánea a la anterior, era “extender y profundizar el proceso revolucionario”; y la tercera, consistía en asegurar el triunfo de un nuevo gobierno popular en las elecciones de 1976.

Por su parte, el 1° de abril el comité central del Partido Socialista emitió su resolución política, destacando que el partido había logrado la mayor representación parlamentaria en sus cuarenta años de existencia. A continuación, el documento ahondaba en su estrategia revolucionaria, reconociendo la necesaria y fundamental unidad socialista-comunista, así como con otros partidos, y descartando la posibilidad de levantar un “polo revolucionario diferente a la Unidad Popular”.

Editorial «UP: Ofensiva total para la nueva situación política», 29 de marzo de 1973

La Democracia Cristiana realizó un consejo plenario nacional a comienzos de abril, donde reafirmó su carácter revolucionario, confirmó su crítica al capitalismo y advirtió que el gobierno de la Unidad Popular representaba una amenaza progresiva para el orden democrático chileno, razón por la cual lo llamaba a rectificar.

«Informe político del presidente nacional del PDC, senador Renán Fuentealba, al plenario realizado el 7 y 8 de abril de 1973»

«Intervención de Jaime Castillo en el consejo plenario nacional del 7 y 8 de abril de 1973»

«Intervención de Radomiro Tomic en el plenario nacional del PDC»

«Intervención de Patricio Rojas en el consejo plenario realizado los días 7 y 8 de abril de 1973»

«Intervención de Ricardo Hormazábal en el consejo plenario efectuado los días 7 y 8 de abril de 1973»

«Intervención del senador Benjamín Prado en el plenario nacional del 7 y 8 abril de 1973»

«Declaración del consejo plenario nacional del PDC”, 11 de abril de 1973

 

La decisión del consejo plenario de la DC dejó en claro que los deseos del Partido Nacional de formar una oposición que se movilizara en contra del gobierno no se materializarían. A partir de ese momento, el PN resolvió dedicar todos sus esfuerzos a desarrollar una estrategia de movilización destinada a desestabilizar a la Unidad Popular. Su aliado sería el empresariado, cuyo máximo dirigente había reiterado el llamado hecho tras el paro de octubre, a que los partidos políticos democráticos, las Fuerzas Armadas y el poder gremial, asumiesen un papel decisivo en la nueva organización política y social.