Hitos del gobierno de Patricio Aylwin

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“Chile enfrenta, realmente, un desafío histórico que es demostrar al mundo, y demostrarse a sí mismo, que somos capaces de conciliar democracia política con desarrollo, estabilidad, crecimiento y modernización económica y, al mismo tiempo, con justicia social.”
Extracto del discurso del presidente Patricio Aylwin en ceremonia firma de Acuerdo Marco 27 de abril de 1990.

Un día como hoy. Hace 30 años. El Acuerdo Marco CUT- Empresarios-Gobierno.

El Programa de gobierno de la Concertación se comprometió con el crecimiento económico y con la justicia social, estableciendo entre sus principales objetivos económicos dar forma a un sistema tributario que privilegiase el ahorro y sobre todo la inversión, y que al mismo tiempo promoviera la equidad entre sectores productivos, permitiendo al Estado disponer de recursos adicionales para hacer frente a las responsabilidades en materia de política social y de promoción del desarrollo.

 

El Programa de gobierno de la Concertación definió entre sus tareas prioritarias procurar que las relaciones laborales fuesen justas, equilibradas y que posibilitasen la participación, corrigiendo los fuertes desequilibrios que habían afectado a los trabajadores durante la dictadura. 

Para esto era imprescindible alcanzar el mayor acuerdo posible entre trabajadores y empresarios respecto de las “reglas del juego” que debían canalizar las relaciones sociales y laborales.

Ver Programa de gobierno de la Concertación

En este contexto, ya antes de asumir la primera magistratura, Patricio Aylwin había encomendado a su futuro ministro del Trabajo, René Cortázar, liderar las iniciativas que fuesen necesarias para alcanzar un acuerdo marco entre empresarios y trabajadores.

Los convocados a este diálogo social encabezado por el futuro ministro Cortázar y el futuro subsecretario del Trabajo, Eduardo Loyola, fueron el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Manuel Bustos, en representación de los trabajadores, y Manuel Feliú, presidente de la Confederación de la Producción y Comercio, CPC, quien designó al entonces timonel de la Cámara Chilena de la Construcción, José Antonio Guzmán, como encargado de representar al gremio empresarial en las conversaciones tripartitas.

La principal dificultad para el éxito de este diálogo era que los actores tenían visiones radicalmente distintas respecto a lo que había que hacer; sindicalistas y dirigentes políticos de la Concertación estimaban que era necesario derogar la ley laboral vigente, dictada bajo el régimen militar. Los empresarios y políticos de oposición no estaban de acuerdo e insistían en su posición de no cambiar ni un solo artículo de dicha legislación.

Un primer signo de acercamiento de posiciones se dio a fines de enero de 1990, ocasión en que los representantes de los empresarios y trabajadores suscribieron oficialmente un “marco de referencia” para sus conversaciones, conviniendo estudiar las materias en las que hubiese coincidencia con el fin de aunar puntos de vistas. 

Junto con ello, se crearon comisiones de trabajo integradas por representantes de los ministerios del Trabajo, Economía y Hacienda, así como del mundo empresarial y laboral, y se estableció un plazo de 90 días para elaborar un informe que reuniera las posiciones más destacados de cada sector.

 

El Acuerdo Marco Nacional Gobierno-Empresarios-Trabajadores

El 27 de abril de 1990 las organizaciones de empresarios y trabajadores, junto con el gobierno, firmaron un Acuerdo Marco que definía los lineamientos generales de la política socio-económica e institucional del gobierno, y expresaba la voluntad de las partes a fin de mantener un diálogo permanente y buscar los acuerdos para dar a Chile la oportunidad de conjugar desarrollo, equidad y democracia.

Asistieron a la ceremonia quienes durante noventa días habían trabajado en forma conjunta, liderando las conversaciones, buscando acercamientos y consensuando posiciones. El Acuerdo fue firmado por los ministros Cortázar, Foxley y Ominami, y por los dirigentes Manuel Feliú y Manuel Bustos. 

En la oportunidad el presidente Aylwin destacó que este acuerdo “marca un espíritu que es fundamental, marca la voluntad de los sectores empresariales y laborales de Chile, de escoger el camino del entendimiento y no el de la confrontación para buscar solución a los problemas que les afectan… marca la existencia en el país, en el mundo vinculado a la producción, al comercio y al trabajo, de ciertos consensos básicos en cuanto a criterios fundamentales que deben inspirar nuestra conducta frente a las tareas que tenemos por delante.  Chile enfrenta, realmente, un desafío histórico que es demostrar al mundo, y demostrarse a sí mismo, que somos capaces de conciliar democracia política con desarrollo, estabilidad, crecimiento y modernización económica y, al mismo tiempo, con justicia social.”

Ver discurso de Patricio Aylwin en ceremonia de firma del Acuerdo Marco

El Acuerdo Marco fue el resultado de la denominada “política de los acuerdos”, demostrando que era posible abordar las diferencias en un clima de diálogo y de búsqueda de consensos. El “rayado de cancha” que estableció, abrió un camino de entendimiento que se vio reforzado con acuerdos complementarios, todos destinados a “conciliar desarrollo, equidad y democracia.”

Ver Acuerdo Marco