LA CASA QUE POR DÉCADAS FUE EL HOGAR DE LA FAMILIA AYLWIN OYARZÚN

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“Si le pudiera poner un nombre simbólico a esta casa, la llamaría ‘casa de puertas abiertas’.
Es una casa donde todos están invitados a pasar”.


Leonor Oyarzún, diciembre 2016

Escritorio de Don Patricio

Por años, esta habitación fue el escritorio de don Patricio. Ubicada al costado derecho de la puerta de entrada a la casa, es una pieza rectangular que en dos de sus muros tiene adosado un gran mueble biblioteca y al fondo un ventanal por donde ingresa, a través del follaje de unos añosos liquidámbar, la luz del sol poniente.

El lugar representa muy bien el carácter del matrimonio Aylwin Oyarzún; es un espacio íntimo, donde abundan los recuerdos personales que dan cuenta de la historia que ambos construyeron en sus casi sesenta años de matrimonio.

Originalmente, en esta habitación estaba el escritorio de don Patricio, un mueble de roble americano con cortina de madera y cajones que había pertenecido al padre de doña Leonor, don Manuel Oyarzún. Estaba ubicado contra uno de los muros, junto a una pequeña ventana. También había un sillón de cuero y un par de sillas. 

A partir de marzo de 1990, cuando Patricio Aylwin asumió la Presidencia de la República, el lugar fue transformado por doña Leonor en una sala de espera para las múltiples y variadas visitas y sus acompañantes, que periódicamente asistían a la casa del mandatario. Si bien conservó la biblioteca, el escritorio fue reemplazado por un sofá tapizado con género, una mesa de centro y unas sillas acordes con la nueva función. Más tarde, se agregó la mesa vitrina que está delante del ventanal, mandada a hacer por doña Leonor para exhibir las condecoraciones, medallas y llaves de ciudades, entregadas a don Patricio durante su gobierno.

Hasta antes de su transformación, este fue el espacio más personal del dueño de casa. En las noches, luego de comer en familia, se instalaba por largas horas en su escritorio. Aquí el profesor Aylwin preparaba sus clases de derecho administrativo para las Universidades de Chile y Católica; y de economía y educación cívica para el Instituto Nacional. Aquí también, el abogado trabajaba en los temas relacionados con su quehacer profesional. Y fueron estos mismos muros los silenciosos testigos del compromiso que siempre tuvo Aylwin con su partido y con su patria.  

Adosado a los muros laterales, el mueble biblioteca de madera color caoba está lleno de libros de temas tan variados como historia, política y códigos de la República, que evidencian los intereses de don Patricio. Destaca una imponente Enciclopedia Espasa-Calpe empastada en cuero negro y con letras doradas, ya desgastadas por el tiempo. La parte inferior del mueble tiene compartimentos con puertas, en cuyo interior guardaba parte de su archivo personal, el mismo que puede que ser consultado en http://www.archivopatricioaylwin.cl/

Al fondo, en ambos costados del ventanal, se aprecian múltiples fotografías familiares y otras que recuerdan diversas momentos y actividades realizadas por Aylwin antes de ser presidente de la República. 

En las repisas de la biblioteca hay más fotografías. Muchas son de los hijos, nietos y bisnietos del matrimonio, que conviven con imágenes de mandatarios internacionales, altos dignatarios de la Iglesia Católica, reyes y reinas. También hay diversos objetos, varios de ellos pequeños regalos que en alguna ocasión alguien envió, cerámicas pintadas por la dueña de casa y recuerdos de viajes.

Destaca un colorido nacimiento de origen guatemalteco, comprado por doña Leonor en un viaje a Centro América. Todas las Navidades estas hermosas figuras de cerámica eran puestas en la chimenea del living, donde la familia se reunía a celebrar la tradicional fiesta de Noche Buena.